El Mundial de fútbol de España 1982 fue el campeonato de Paolo Rossi, delantero de la selección italiana, quien con sus goles consiguió que su país se alzara con el título emocionando a millones de hinchas. El que jugó 48 veces con la selección cumple 60 años.
El delantero no mostró nunca antes ni después estar en mejor forma que en aquel momento. Protagonista de escándalos, el jugador pasó de ser un héroe a ser una leyenda después de que Italia ganara la final del Mundial por 3-1 contra Alemania.
“Ese Mundial fue único, a todas luces no se volverá a repetir”, dijo el campeón del mundo de 1982 sobre la época dorada de su carrera por la que hoy aún casi todos los italianos le conocen y veneran. Con tres goles contra Brasil y uno en la final contra Alemania, Rossi fue decisivo para que su equipo ganase su tercer título.
“Cuanto más tiempo pasa, más se convierte en mito. Por aquel entonces tenía una sensación maravillosa al saber que había hecho felices a millones de personas”. Paolo Rossi
Al comienzo de la competición se produjo una gran polémica en Italia cuando el seleccionador, Enzo Bearzot, convocó a Rossi, por aquel entonces de 26 años. Aunque el delantero ya había demostrado antes sus capacidades, nadie podía dejar de pensar en los escándalos que había protagonizado. Debido a su implicación en una trama de apuestas clandestinas, había sido inhabilitado durante dos años y no había podido acumular experiencia.
“Nunca dejaré de darle las gracias a Bearzot porque fue el único que siempre creyó en mí”, Paolo Rossi en la Gazzetta dello Sport.
Rossi, en los años anteriores, nunca había podido demostrar de forma constante sus capacidades, a pesar de su talento se lesionaba con frecuencia y cambiaba continuamente de club. También a comienzos del Mundial decepcionó al no marcar ningún gol en la primera fase. Los críticos se sentían ratificados. Pero después el delantero logró un éxito sensacional al marcar seis goles en lo que quedaba de competición. “Sabíamos que estaba en forma, sus goles no nos sorprendieron”, recordaba el que era el capitán, Dino Zoff.
Sin embargo, tras el punto álgido de su carrera con la victoria en el Mundial, Rossi empezó a bajar de nivel a la misma velocidad a la que lo había subido antes. Ganó la Copa de Italia y la Copa de la UEFA con la Juventus, pero tras varias operaciones de rodilla, cambios de club y algunas apariciones con poco éxito en la selección nacional, el héroe de Madrid desapareció de las pantallas. En 1987 decidió retirarse finalmente por los continuos problemas de rodilla.
Más tarde trabajó como técnico en el Napoli, pero poco después se concentró en su empresa inmobiliaria. Actualmente dirige una escuela de fútbol cerca dePerugia, se encarga de una granja en la Toscana y a veces trabaja de comentarista para la televisión italiana.
Fuente: http://www.spherasports.com/
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