De Bilardo a Passarella, pasando por el “Tolo” Gallego, “Mostaza” Merlo o el “Loco” Marcelo Bielsa. Compartimos con los seguidores de SLDES algunas anécdotas que el fútbol argentino dio a lo largo de su rica historia.
No sube cualquiera
«Jugaba en Belgrano de Córdoba y cuatro días antes de un clásico me tomé un taxi para volver a mi casa desde el entrenamiento; en un primer momento el taxista no me reconoció, pero cuando abrí la puerta me miró, se bajó los lentes negros que tenía y me dijo: ¡No, querido… caballos no llevo! y arrancó con la puerta abierta; se ve que era hincha de Talleres». «El Luifa» Luis Fabián Artime [Futbolista argentino]
De la nuca
«¿Por qué los arqueros no le dan la pelota a los defensores para salir jugando? Porque los defensores le dan la espalda y le hacen un gesto con la mano: pateá, pateá. Entonces la gente está acostumbrada a que el pobre arquero patee; hay que intentar salir jugando.
A mí me decía Nery Pumpido en la Selección:
– Carlos, pero se dan vuelta los defensores cuando quiero salir jugando, me dan la espalda.
– Muy bien, le decía, pegásela en la nuca.
– Pero nos van a hacer el gol.
– Que lo hagan, así aprenden».
Carlos Bilardo
Preconceptos
Corría 1973 cuando llegó a los oídos de un cazatalentos de River que había un muchacho de Chacabuco que prometía ser un fenómeno. ¿Cómo se llama el pibe…, «pasarela»?, consultaron desde el club; ¡No… con ese apellido nunca puede ser futbolsita!, sentenciaron.
Ese año Daniel Passarella terminó jugando para Sarmiento (de Junín) en la C, para llegar al siguiente finalmente a River.
Respetuosos
Marcelo Bielsa era muy respetado por la barrabrava de Newell’s; seguramente esta actitud comenzó cuando «lo fueron a buscar» a su casa una noche tras perder un partido de la Copa Libertadores por varios goles y el Loco (por algo lo llaman así) los salió a correr con una granada.
Sele digno
En 1971 Ángel Labruna era entrenador de Rosario Central [que ese año se consagraría como el primer club del interior en salir campeón de Primera División, y hasta ahora junto con Newell’s los únicos]. Al ver en el partido de su equipo contra River que tirado sobre el costado izquierdo jugaba bastante parado un pibe con la 10, se puso como loco y le empezó a gritar desde la línea: «Nene… ¡Por Dios! Jugá… corré… ¡transpirala! Esa camiseta la transpiré yo por veinte años… ¿Cómo vas a jugar así parado?».
(*) La anécdota es la anterior y hay que tomarla desde el momento en que sucedió, pero indudablemente obtuvo un valor adicional con el tiempo. El joven futbolista, de 18 años y con muy pocos partidos en Primera, a quien le gritó eso se llamaba Norberto Osvaldo Alonso, quien mucho después se terminaría convirtiendo en «el Beto».
Otro añito de contrato
«En 1981 River había traído a [Américo el Tolo] Gallego para pelear el puesto de mediocampista central con [Reinaldo Mostaza] Merlo; jugamos contra ellos un partido en Mar del Plata por un torneo de verano. En el segundo tiempo entró Merlo por Gallego, Mostaza se estaba jugando el puesto; faltando tres o cuatro minutos, tras un rechazo corto de nuestra defensa y la agarró de sobrepique al borde del área y la puso en el ángulo; lo gritó muchísimo. Cuando terminó el partido, nos saludamos y me dijo: Gracias… ¡un año más de contrato!» Carlos Goyén [Arquero de Independiente].
Fuente Y Foto: Web.