El entrenador mercedino dirige al puntero e invicto de la máxima competencia del básquet boliviano, se aseguró el 1 en los playoffs y junto a los Toros Rojos de Pichincha van en busca del campeonato y la posibilidad de estar en la Liga Sudamericana.
Para entender la sana locura que viven los hinchas del Club Deportivo Cultural Pichincha de Potosí hay que hacer la siguiente composición de lugar: la ciudad tiene además de los Toros Rojos, otros dos equipos en la Libobásquet, el Club Atlético Nacional y el Club Deportivo Calero. Éste último, es el actual campeón boliviano y desde su creación en 2014 con formato de disputa en fase de grupos y playoffs, los caleros se quedaron con las ediciones 2017 y 2018, representando al país del Altiplano en la Liga Sudamericana.
Si a este cóctel informativo, le agregamos que el Pichincha dirigido por Fabricio Salas, lleva 3 clásicos en el bolsillo ante el eterno rival y bicampeón cuyo pase a playoffs peligra, que marcha puntero e invicto en 11 presentaciones y que se aseguró el “1” en la ronda final, podemos justificar a “La Clásica”, “La Legión 75” o a “La Furia Roja” que en sus cuentas de facebook reúnen a los hinchas más apasionados e inundan de información del acontecer del equipo para luego colmar el Coliseo o seguirlo adonde quiera que juegue.
“Se vive con mucha pasión el básquet aquí, los clásicos con Calero son partidos con 8 mil personas, mucha adrenalina” le cuenta a SLDES el coach villamercedino. La tranquila ciudad que promedia los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, se transforma cada vez que juega Pichincha. Se sabe que la pasión se simboliza con el rojo que son justamente, los colores del Toro puntero de la máxima competición del básquet de Bolivia. “La gente me ha tratado de maravilla, tanto la dirigencia como la afición, me recibieron de la mejor manera”, agregó Salas y no es para menos con el presente del equipo.
Hace dos meses que Fabricio Salas está en Potosí: “El acuerdo se dio de forma rápida, recibí un llamado de un dirigente para comunicarme el interés de ellos para que me incorporara a Pichincha, me hablaron del club, de la ciudad, del equipo que se estaba formando y rápidamente llegamos a un acuerdo”, sintetizó el ex Alberdi con pasado en El Chorrillero, Central Argentino, Banda Norte y que hiciera su primer experiencia como head coach en el Torneo Federal en San Justino de Santa Fe en la temporada 2016/2017..
“El objetivo del club es muy claro, ser campeones. Venimos con muy buen inicio, 11 jugados y 11 ganados, ya clasificados a playoffs y con el número 1 de la fase. Nos han tildado de candidatos, hoy se habla mucho en los medios que somos el mejor equipo. Todavía podemos seguir creciendo como para llegar a playoffs con un mejor nivel”, señaló Salas y concluyó diciendo:
“Toda la gente de Pichincha está muy ilusionada, confían en este grupo y no podemos defraudar. Todos los días tenemos que ser mejores individualmente y que eso nos lleve a ser mejor equipo”.
Fabricio Salas está demostrando que es posible que la pelota entre al aro ya sea desde dentro o fuera del perímetro aunque algunos se apresuraron a decir que en la altura “la pelota no dobla”.
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