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El 21 de junio del 2000, Boca jugaba ante el Palmeiras uno de los partidos más importantes de su historia. En tierras brasileñas, el equipo de Carlos Bianchi logró un empate con sabor a victoria, que terminaría traduciéndose en la consagración por penales en pleno estadio Morumbí.

Hace dos décadas, los dirigidos por Bianchi vencieron por penales a Palmeiras y alcanzaron la gloria continental en el Morumbí. Un equipo inolvidable.

Tras dejar en el camino a El Nacional de Ecuador en octavos de final, a River en cuartos y a América de México en las semifinales con aquel agónico gol de Walter Samuel, el Xeneize empató 2-2 la primera final de la Copa Libertadores, en La Bombonera, gracias a un par de tantos de Rodolfo Arruabarrena. Luego de esos primeros 90 minutos, no eran pocos los que ya daban como campeón al equipo paulista, que venía de levantar la Copa Mercosur 1998 y la Libertadores 1999 de la mano de Luiz Felipe Scolari . Marcos, Roque Júnior, César Sampaio y Alex.

Sin embargo, con ese Boca del Virrey repleto de figuras todo podía pasar y la vuelta estaba para cualquiera. De hecho, el propio Felipao se atajó y habló de un “arreglo” en la previa del choque decisivo. Aquella noche en Brasil, el Bianchi puso en cancha a Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Samuel, Arruabarrena; Sebastián Battaglia, Cristian Traverso, José Basualdo y Juan Román Riquelme; Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo.

Tras un 0-0 en el que ambos tuvieron varias chances claras (hasta le anularon mal un gol a Palermo en el inicio del primer tiempo), Córdoba se transformó en héroe en la tanda de penales tras desviar los remates de su coterráneo Asprilla y Roque Júnior, y el Patrón Bermúdez se encargó de convertir el último remate para darle la tercera Libertadores al club de La Ribera tras 22 años de espera. La primera alegría internacional de Bianchi en Boca, pero no la última.

Los dirigidos por Carlos Bianchi jugaron 14 partidos, de los cuales ganaron siete, empataron cuatro y perdieron tres. En total, marcaron 30 goles y recibieron casi la mitad (16).

Los hombres de aquel Boca campeón de la Libertadores 2000 que más jugaron fueron Córdoba, Bermúdez y Samuel, que dijeron presente en todos los encuentros que disputó el equipo de Bianchi en aquella edición.

Sin Martín Palermo, que había sufrido una rotura de ligamentos a finales del año anterior, Bianchi se las arregló durante casi toda la Copa alternando entre Alfredo Moreno y Antonio Barijho, que terminaron siendo los máximos goleadores con seis gritos cada uno. El Chango hizo cinco en el 6-1 por la fase de grupos ante el Blooming de Bolivia.

Juan Román Riquelme fue el líder en pases gol con un total de ocho, seguido por el Mellizo Guillermo, que sumó tres menos.

Fuente y foto: www.goal.com

Video: Youtube

 

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