El 30 de agosto de 1992 logró en Spa la primera de 91 victorias que conseguiría en “la máxima”. Un loco Gran Premio de Bélgica que SLDES revive en esta nota.
El 30 de agosto de 1992, Michael Schumacher obtenía en el circuito de Spa-Francorchamps la primera de sus 91 victorias en F1. Al volante del Benetton Ford Cosworth dorsal 19 derrotó a Mansell, Senna, Hakkinen… tras salir tercero en la parrilla con una estrategia arriesgada, nervios de acero y una confianza plena en sus posibilidades en una carrera complicada debido a los cambios constantes de estado de la pista: lluvia torrencial, mojado, seco… Se cumplen 26 años de aquella primera gesta, el despegue para el gran público de un héroe que lucha denodadamente por dar algún paso adelante tras el accidente de esquí que sufrió en diciembre de 2013. “No soy una leyenda, sólo un tipo con suerte que ha estado donde debía y en el momento oportuno”, aseguraba pocos meses antes.
La temporada de 1992 de Fórmula 1 vivió un aclaparador dominio de Williams con su FW14B. Para cuando el gran circo llegó al Spa-Francorchamps para el Gran Premio de Bélgica, duodécima cita del mundial, Williams se había impuesto en ocho carreras. Todas ellas ganadas por Nigel Mansell, quien se proclamó campeón en la cita anterior en Hungría. Solo Ayrton Senna en dos ocasiones y Gerhard Berger en una habían frenado el avance del equipo de Frank Williams.
Las novedades del fin de semana incluian el debut de Emanuele Naspetti con un March y la vuelta de Christian Fittipaldi a Minardi tras ceder su coche a Alessandro Zanardi. También era esta la primera carrera después de la desaparición del equipo Brabham de la Fórmula 1, mientras que otro equipo, Andrea Moda, realizaría en Bélgica su último intento de clasificación (el propietario del equipo, Andrea Sassetti, fue arrestado en el paddock). El fin de semana se planteaba con otro dominio de Williams pero en Spa, cualquier cosa puede pasar.
En los entrenamientos libres se rozó la tragedia con el accidente de Érik Comas, que fue salvado por la actuación de Ayrton Senna nada más llegar al lugar del accidente. A pesar de ello, el fin de semana continuó normalmente y la parrilla quedó conformada con Nigel Mansell y Ayrton Senna en primera fila. Michael Schumacher y Riccardo Patrese copaban la segunda. Estaba claro que la carrera tenía que estar entre estos cuatro pilotos.
En la salida, quedó claro que Ayrton Senna tenía la ambición de ganar por tercera vez ese año y no tenía ninguna intención de que los Williams le aguaran la fiesta. El brasileño salió mejor que nadie y tomó la cabeza de carrera. Schumacher no partía demasiado bien y perdía algunas posiciones que recuperaría en la recta hacia Les Combes. Allí adelantaba a Mika Häkkinen y Jean Alesi. Mientras tanto, Gerhard Berger se quedaba clavado en la salida y tenía que abandonar.
En cabeza, pronto los Williams dieron cuenta de Senna pero con el agua que había empezado a caer en la vuelta de formación, la situación era cada vez más delicada. La mayoría de pilotos pararon a boxes mientras Senna decidía quedarse en pista, esperando que la lluvia no fuera a más. Se equivocó y para cuando paró a boxes, volvió en duodécima plaza. Situación complicada para Senna, que se veía obligado a remontar si quería llegar siquiera a los puntos.
En cabeza, las posiciones se mantenían, con Schumacher tras los dos Williams. Precisamente el alemán fue el primero de los pilotos punteros en parar a boxes para montar neumáticos lisos cuando la lluvia finalmente paró. Los Williams aguantaron demasiado en pista y cuando cambiaron los neumáticos, volvieron muy por detrás de Schumacher. Mansell era claramente más rápido y empezó a recortar segundo tras segundo.
Parecía que el británico iba encaminado hacia una posible novena victoria pero cuando ya empezaba a estar realmente cerca del líder de carrera, problemas técnicos le obligaron a bajar el ritmo si quería llegar a meta. Esto permitió a Schumacher escaparse y asegurarse su primera victoria en la máxima categoría. Este triunfo llegaba justo un año después de su debut en la Fórmula 1 con Jordan y le situaba en tercera posición a un solo punto de Patrese en el campeonato.
Nigel Mansell cruzó la línea de meta en segunda posición a más de medio minuto, con Riccardo Patrese completando el podio, tan solo tres segundos por delante de Martin Brundle, compañero de Schumacher. Ayrton Senna pudo llegar hasta la quinta posición aunque terminó a más de un minuto del vencedor. Incluso así, el piloto de McLaren había tenido que luchar duro por ello, superando por el exterior a Mika Häkkinen (sexto) en la última vuelta.
Fuente y foto: www.motorpasion.com