Durante la mañana argentina del 7 de septiembre de 1979, en el estadio Olímpico de Tokio, Japón, el seleccionado juvenil liderado futbolísticamente por Diego Maradona le ganaba 3-1 a la Unión Soviética en la final y obtenía, de manera indiscutible, el primer Mundial de la categoría Sub 20 de FIFA para el fútbol nacional.
Ese equipo, que deslumbró con su juego vistoso e impuso su superioridad absoluta ante duros rivales, fue dirigido por César Luis Menotti, que venía de consagrarse con el seleccionado de mayores campeón del Mundo en 1978, pero quien realmente amalgamó ese conjunto de «pichones de cracks» fue Ernesto Duchini.
Fallecido en 2006, Duchini es uno de los grandes olvidados del fútbol argentino. Fue como Carlos Peucelle, un descubridor de valores de la talla de Roberto Perfumo, Carlos García Cambón, Oscar ‘Pinino’ Más, Rubén Ayala, Oscar Ortiz, Jorge Olguín, Raúl Savoy, entre muchos otros.
Duchini, que desde 1954 estuvo a cargo de los seleccionados juveniles de la AFA y por 30 años, desde 1964 al 1994 fue asesor del área, se caracterizó siempre por su humildad y su espíritu de docencia, siempre con un consejo a flor de labios para aquellos jóvenes que surgían de inagotables canteras, tal como los que integraron ese seleccionado juvenil en 1979.
Aquel ex defensor de Chacarita en la década del ’30 recibió, además, sugerencias de Miguel Angel ‘Gitano’ Juárez, otro técnico muy amigo de Menotti, para la elección de jugadores como Juan Ernesto Simón (Newell’s), Rubén Rossi (Colón), Rafael Seria (Central Córdoba) y Daniel Sperandío (Rosario Central), quien se lesionó en Japón antes de empezar el torneo, no pudo jugar y fue suplantado por Osvaldo Ricardo Rinaldi (San Lorenzo), finalmente dueño del puesto de volante central.
Ese conjunto también contó con la particularidad de haber integrado a dos futbolistas de Atlanta que, curiosamente ese año descendería de categoría, como el delantero Alfredo Torres, que ya jugaba en Primera, y el defensor Jorge Piaggio. Hubo otros casos curiosos como la citación del arquero Sergio García, del modesto club del ascenso Flandria, y el talentoso mediocampista Juan José Meza, de Central Norte de Tucumán.
Argentina convirtió 20 goles y recibió sólo dos en contra, ganando seis partidos en igual cantidad de presentaciones. Tuvo al goleador del torneo, Ramón Ángel Díaz, con ocho tantos, quien fue además un perfecto socio de Maradona en el juego.
La campaña del campeón fue la siguiente: Primera fase, Argentina 5 (Díaz, 3; Maradona 2)-Indonesia: 0; Yugoslavia 0-Argentina 1 (Osvaldo Escudero) y Argentina 4 (Maradona, Gabriel Calderón 2 y Simón)-Polonia 1 (Plasz).
Cuartos de final: Argentina 5 (Díaz 3, Maradona, Calderón)-Argelia 0; semifinal; Argentina 2 (Díaz y Maradona)-Uruguay 0 y final: Argentina 3 (Hugo Alves -p-, Díaz y Maradona.)-Unión Soviética 1 (Ponomarev).
El plantel campeón estuvo integrado por García (Flandria) y Seria (Central Córdoba), arqueros; Simón (Newell’s), Alves (Boca), Abelardo Carabelli (Argentinos), Rossi (Colón), Piaggio (Atlanta) y Marcelo Bachino (Boca), defensores.
Sperandío (Central), Juan Barbas (Racing), Maradona (Argentinos), Rinaldi (San Lorenzo) y Meza (Central Córdoba Tucumán), mediocampistas; Escudero (Chacarita), Díaz (River), Calderón (Racing), Torres (Atlanta) y José Lanao (Vélez), delanteros.
Fuente y foto: www.unosantafe.com.ar
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