El 28 de febrero de 1942 nació el arquero que fue campeón del mundo con Italia a los 40 años en aquél recordado Mundial España ’82 donde la “azzura” eliminó a la Argentina de Maradona y Kempes.
A los catorce años fue rechazado por los jefes de cantera de la Juventus y el Inter. Medía 1,66 metros. «Es bajito», pronosticaron los dos clubes. A los 30 fichó por la Juventus, con 1,82 metros de altura y una leyenda de hacer sencillo lo difícil casi sin moverse, con una mano estirada.
Delgado, fibrosos, alto a partir de los 22 años (1,82 metros), su presencia imponía serenidad y respeto a los delanteros. Esa autoridad contrastaba con su simpatía. Dino Zoff (Mariano del Friuli, 28 de febrero de 1942) se adjudicó el Mundial de España en 1982 y fue el hombre que, a los 40 años, en el Bernabéu, vivió la mejor noche de una carrera tan extensa como triunfal.
Jugó profesionalmente durante veintidós años. Disputó 112 partidos con la selección italiana. Su seguridad, la serenidad que transmitía al equipo, sus salidas por alto y su facilidad para detener los disparos con la extensión de sus largos brazos, sin tirarse, sin vuelos fantasmales, le hicieron el arquetipo del perfecto ideal. Era «Dino el sobrio». Todo lo hacía demasiado sencillo. Parecía que no hacía nada. Simplemente, lo paraba casi todo sin alharacas. Para Bearzot, como para la Juventus, como para el Nápoles, como para el Mantova, como para el Udinese, siempre fue un seguro de vida. Con él no había nerviosismo.
Nacido en una región agrícola, comenzó a destacar en el fútbol en el Marianese de su pueblo, en 1959, tras haber sido rechazado por la Juventus y el Inter tres años antes. En 1961 fichó por el Udinese, con 19. Y ya sobresalió por su mando bajo la portería, sobre la defensa, sobre todo el equipo. Traspasado al Mantova a los 21, allí cuajó como guardameta. En 1967 fichó por el Nápoles. Y un año más tarde se adjudicó la Eurocopa para su país.
En el club napolitano consolidó su jerarquía durante cinco campañas. Y en 1972, ya con 30 años, firmó por la Juventus, donde labraría la etapa más brillante de su carrera a lo largo de once temporadas. Ganó seis Scudettos, dos Copas de Italia y la Copa de la UEFA 1977.
Tiene dos récords con el cuadro piamontés. Estuvo imbatido durante 903 días, desde el 3 de diciembre de 1972 hasta el 18 de febrero de 1973. Y disputó 332 partidos consecutivos como titular.
A los 40 le llegó el sueño del Mundial. De manera inesperada, pues el inicio del campeonato en España fue muy criticado, con tres empates. Aquella Copa del Mundo tuvo el sello de la Juventus.Bearzot jugó con toda la columna vertebral del once blanquinegro: Dino, Zoff, Claudio Gentile, Antonio Cabrini, Gaetano Scirea, Marco Tardelli, Franco Causio, Giuseppe Furino, Paolo Rossi y Roberto Bettega.
Se retiró en 1983, a los 41, tras 22 temporadas en Primera y con 570 encuentros. Y pasó a ser entrenador de guardametas del primer plantel. En 1988 fue elegido primer entrenador. Ganó la Copa de Italia y la Copa de la UEFA en 1990. Posteriormente dirigió al Lazio entre 1990 y 1994. Incluso fue presidente de la entidad en la campaña 1993-94.
En 1998 fue nombrado seleccionador de Italia, tras el Mundial. Su equipo llegó a la final de la Eurocopa 2000, ganada por Francia. Dejó la escuadra azurra y firmó por el Lazio en 2001, pero fue despedido por los malos resultados. En 2005 fichó por la Fiorentina. La salvó del descenso y se marchó. Ahora, Zoff combate por la vida en un hospital de Roma. Y toda Italia reza para que detenga la enfermedad con su estirpe, con sus brazos estirados, casi sin moverse, con aquella facilidad pasmosa que lo convirtió en una de los mejores arqueros de todos los tiempos.
Fuente: www.abc.es
Fotos: Web.