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El 13 de marzo de 1993, Ramón Ángel Díaz jugó su último partido con la camiseta de River Plate. En el marco de la quinta fecha del Clausura, el Millonario empató 1-1 con San Martín de Tucumán en el norte, y el riojano se fue expulsado.

 

El equipo dirigido por Daniel Passarella no llegó en un gran momento a este encuentro. Tres días atrás había empatado en cero con Newell´s Old Boys y este resultado lo había catapultado al último puesto del grupo. Ese día, Ramón ingresó a los 76 minutos.

Por ese entonces ya se habían instalado en la prensa los rumores acerca del traspaso del artillero al Yokohama FC de Japón. La transferencia, que rondaba los tres millones de dólares e incluía un contrato por dos años, iba a concretarse en la segunda quincena del mes de marzo.

Llegó el día del partido y desde el club se desayunaron con un fax proveniente del país oriental: los japoneses habían pagado los 400 mil dólares que le correspondían a River por la transferencia. Claro, el resto del dinero era para el bolsillo del jugador en cuestión. Ésta fue parte de, entre otras tantas incorporaciones, una movida de la Liga Japonesa para impulsar el fútbol en su país, llevando a jugadores de renombre que puedan instruir a sus jóvenes promesas. De todas maneras,  Ramón se sentía bien para seguir desplegando todo su fútbol:“Si yo estuviera acabado, los japoneses no me hubieran venido a buscar. No son ningunos giles estos tipos”, declaró antes de oficializar la transacción. Y no se equivocó, ya que convirtió 52 goles en 62 participaciones. Su DT, Daniel Passarella, no se mantuvo al margen y agregó “Me causa gracia cuando me preguntan por el tema arqueros ¡Por favor, la prioridad es sustituir a Ramón!”.

Así fue como comenzó River el día del partido. Ramón sabía que iba a jugar sus últimos minutos con esta camiseta. Por la fecha cinco del Clausura, tenía que enfrentar a San Martín de Tucumán en el Estadio La Ciudadela. Golpeado por el empate entresemana ante Newell´s,  Passarella optó por algunos cambios y formó de la siguiente manera: Zeoli; Cáceres, Rivarola, Astrada, Altamirano, Vázquez, Almeyda, H.Díaz,  Ortega, Medina Bello y Silvani.

El primer tiempo mostró a un River deslucido y a un conjunto tucumano que presionaba en todas las líneas y no dejaba jugar. Rápidamente, a los 26 minutos, Jorge López puso en ventaja a los locales. Además, el Kaiser se fue expulsado a los 34 minutos por protestar al árbitro.

Para la segunda mitad, y con el objetivo de revertir el resultado, Ramón Díaz ingresó reemplazando al “Cuqui” Silvani, de pobre actuación.

A los 58 minutos, Ramón tomó la pelota por izquierda e ingresó al área para poder cruzar su remate y vencer al arquero Guillén. En ese instante, el defensor Russo tomó por la camiseta a Ramón Díaz y le impidió continuar su camino al gol. El encargado de impartir justicia, Aníbal Hay, miró para otro lado y dejó que continúen las acciones. El riojano estalló de furia, protestó y empujó al árbitro. “Fue un penal clarísimo. Si hasta me quedó la camiseta estirada. Y encima que se equivoca, después me expulsa cuando ni siquiera lo insulté”, se descargó post-partido.

Lo que siguió carece prácticamente de importancia. Ramón Díaz acababa de despedirse de River. Con un tiro libre, el “Mencho” Medina Bello puso, a los 76 minutos, el empate final.

Luego Ramón fue sancionado con ocho fechas de suspensión, pero poco importó. Su pase al Yokohama era un hecho y esta situación facilitó aún más los trámites. Fueron 175 partidos y 84 goles los números que contabilizó con la banda roja cruzándole el pecho.

Fuente: www.pasionmonumental.com

Foto: Web

 

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