El 1 de agosto de 1978, Boca se consagraba Campeón Intercontinental en Alemania, ganándole al Borussia Mönchengladbach por 3 a 0 con goles de Felman, Mastrángelo y Salinas.
Apenas habían pasado 37 días de la consagración del seleccionado argentino en el Mundial 78 cuando el fútbol de nuestro país dio otro gran impacto internacional: el 1° de agosto de 1978,Boca se coronó campeón intercontinental por primera vez. El sueño de Don Alberto J. Armando se hacía realidad.
Fue una final muy particular, debido a que correspondía al enfrentamiento de los ganadores de las ediciones de 1977 de la Copa Libertadores y la Liga de Campeones de Europa, pero el choque se fue postergando por problemas de calendario, hasta que Liverpool, el monarca del Viejo Continente, desistió de disputarla y en su reemplazo la jugó Borussia Mönchengladbach. Los inconvenientes de agenda continuaron, al punto que el partido de ida en Buenos Aires se disputó el 21 de marzo, casi cuatro meses y medio antes que el desquite.
El conjunto germano, subcampeón europeo, fue un rival muy difícil. De hecho, había enhebrado un tricampeonato en la Bundesliga (74/75, 75/76 y 76/77) y un año después de jugar con el xeneize ganó la Copa UEFA. Además, entre otros grandes jugadores contaba con Berti Vogts, campeón del Mundo con Alemania en 1974, y con el extremo danés Allan “La Pulga” Simonsen, una de las grandes figuras de esa época, que había ganado el Balón de Oro al mejor futbolista de Europa de 1977, y que en 1979 fue transferido al Barcelona.
Luego del 2 a 2 en la Bombonera, los ánimos del conjunto de la Ribera no eran los mejores. Sin embargo, el equipo peleó hasta el final el Metropolitano 1978, finalmente ganado por Quilmes, mientras Juan Carlos Toto Lorenzo planificó la hazaña.
«Nadie creía en nosotros. Yo mandé a un integrante del cuerpo técnico que se hizo pasar por alemán para que espiara durante un mes la pretemporada del Borussia. Y eso me sirvió para sacar conclusiones. Sabíamos que iban a estar duros y que debía poner en la cancha un equipo rápido», confesó alguna vez el Toto Lorenzo, el histórico director técnico de Boca en los 70. Y eso hizo en suelo germano: En la defensa sacó a Francisco Pancho Sá, un referente, pero que ya tenía 33 años, y se la jugó por José Luis Tesare, un futbolista con menos experiencia, pero con 24 años y más veloz. Y adelante metió tres delanteros netos, algo infrecuente para la época y mucho menos en suelo visitante.
Todo salió a la perfección. Apenas habían transcurrido 120 segundos cuando Darío Felman abrió el marcador. Ernesto Mastrángelo, a los 33, coronó un contragolpe letal. Y sólo tres minutos después Carlos Salinas sentenció el resultado. En poco más de media hora, Boca liquidó el asunto, y hasta el pitazo final cuidó el balón y evitó sobresaltos.
El equipo conducido por Lorenzo formó con Hugo Gatti; Vicente Pernía, José Luis Tesare, Miguel Angel Bordón y José María Suárez; Carlos Salinas, Rubén Suñé y Mario Zanabria; Ernesto Mastrángelo, José Luis Saldaño (Carlos Veglio) y Darío Felman. Luego del categórico 3 a 0 en Alemania fue Suñé, el capitán, el responsable de levantar la Copa del mejor del mundo, acaparar todas las portadas de los medios de la época y convertirse para siempre en poster y estatua.
Fuente: www.lanacion.com.ar
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