El 28 de mayo de 2011 en Wembley, el equipo catalán vencía al Manchester United por 3-1. Messi marcaba un gol y obtenía su tercera “orejona” de la mano del Pep Guardiola que como de DT, lograba su segunda Liga de Campeones de Europa nuevamente frente al conjunto inglés de Sir Alex Ferguson. Javier Mascherano alzó su primer trofeo continental de los dos que ganó en el Barcelona.

En el 2009, el Pep imponía a su Barsa sobre el Manchester de Ferguson y Carlitos Tévez, 2-0 con Messi haciendo uno de los goles y consagrándose goleador del certamen. La final se había jugado en Roma y el destino quiso que ambos equipos se volvieran a enfrentar en la final del 2011 pero esta vez ante un Wembley repleto que pedía revancha de la frustración vivida.

Fue una final inolvidable con un ganador inobjetable, sólido y contundente. Lionel Messi fue elegido el jugador del partido y el mismo Alex Ferguson confesó en conferencia de prensa que no supo nunca como parar a Xavi, Messi e Iniesta.

La crónica del partido, los goles y las declaraciones que inundaron los diferentes sitios en Internet de todo el mundo, elogiaban al Barcelona y se preguntaban si éste era mejor equipo de la historia.

Párrafo especial para Lionel Messi. Anotó un golazo en la final. Fue su primer gol en canchas inglesas y llegó a los 12 en esa edición de la Liga de Campeones e igualó al holandés Ruud Van Nistelrooy que tenía esa marca desde la temporada 2002-3.

Javier Mascherano fue uno de los centrales en aquél partido y ganó la primera de sus dos Champions con el Barcelona (la otra fue en el 2015).

Fue toda una final con acento argentino en la “Catedral del Fútbol”.

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