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El 17 de abril de 1982, le ganó 1-0 a la selección de Unión Soviética con gol de Armando Husillos. Los rusos no perdían desde el ’79 y días antes, había empatado con la selección Argentina 1-1.

El 17 de abril puede considerarse el día que Loma Negra de Olavarría sorprendió al mundo. Hace 38 años, Amalia Lacroze de Fortabat logró contratar a la selección de Unión Soviética, que había empatado 1-1 un amistoso con Argentina, el 14 de abril, para disputar un partido en Olavarría. El equipo cementero era la sensación de los nacionales. En 1981 le ganó a Ferro, a Talleres de Córdoba, a San Martín de Tucumán y empató los dos partidos con River. Estuvo a un paso de clasificarse a los cuartos de final. No logró acceder al Nacional 82 pero todo el país estuvo pendiente del partido que jugó en la cancha de Racing de Olavarria, el estadio Ignacio Zubiría, actualmente llamado José Buglione Martinese.

Amalita le pagó un cachet de 30.000 dólares al equipo soviético y no importó que sólo se hayan recaudación 12.000 dólares. Loma Negra era dirigido por Rogelio Antonio Domínguez y sus figuras eran Félix Orte, Armando Husillos y Osvaldo Rinaldi, entre otros. El equip formó así: Luis Barbieri; Carlos Squeo, Jorge Pellegrini, Norberto D’Angelo, Osvaldo Cristofanelli; Osvaldo Mazo, Osvaldo Rinaldi, Carlos Sosa (Gaitán); Félix Orte, Armando Husillos y Pedro Magallanes. En el equipo soviético jugaron Baltacha, Oganessian –autor del gol en el partido ante Argentina—y luego entró Oleg Blojin. Una de sus figuras era Rinat Dassaev, pero el arquero sólo integró el banco de suplentes. El partido se jugó a las 12 del mediodía del sábado, ya que los rusos tenían que tomar el vuelo de regreso el domingo a las 17. Loma Negra ganó 1-0, con gol de Armando Husillos. La victoria causó sensación y recorrió el mundo. Desde el 21 de noviembre de 1979, cuando había perdido por última vez en Tbilisi, Georgia, con Alemania Federal por 3 a 1, la selección soviética llevaba 18 partidos sin perder, sumaba 13 triunfos y 5 empates con 43 goles a favor y solo 10 en contra.

En plena euforia nacionalista por la Guerra de Malvinas, aquella locura ideada por la última dictadura militar, antes del partido actuó la banda de música del regimiento local, al lado de la señora de Fortabat estuvo el coronel Luis Prémoli, y la mayoría de los espectadores tenía una bandera argentina de Malvinas. Tras el triunfo hubo un festejo desmedido por parte de los jugadores también. Es que Fortabat les había dicho que si ganaban había un viaje para todos al Mundial 82, algo que finalmente no se concretó. La gloria, igualmente, no se las quita nadie.

 

Fuente y foto: www.clarin.com

Video: Youtube

 

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