El 25 de junio de 1978, Argentina salía campeón del mundo por primera vez y esta foto recorrió el mundo como símbolo de aquél mundial de fútbol. Conozca en esta nota a Victor Dell’Aquila, su protagonista juntoa a Fillol y Tarantini.
Es una imagen famosa en todo el mundo. Su autor, Ricardo Alfieri (padre), fue un fotógrafo legendario de El Gráfico. Aquí la secuencia completa del click más famoso de la fotografía deportiva nacional.
Víctor Dell’Aquila es el hombre sin brazos que corre a abrazarse con Fillol y Tarantini apenas el árbitro pitó el final de Argentina 3 – Holanda 1, un 25 de Junio de 1978.
Él cuenta aquel instante:
“Estaba en la platea que está sobre Figueroa Alcorta, cuando faltaba poco para terminar el partido me fui bien abajo y me senté. En esa época era un pendejo, pesaba 50 kilos y tenía un buen estado. Cuando vi que el referí levantó la mano, pasé los pies, flexioné y ¡tac! Caí paradito. Pero seguían jugando, habían adicionado minutos. Entonces caminé despacito y me puse al lado del palo de Fillol. Y cuando tocó pito el juez salí corriendo en busca de alguien a quien abrazar. En un momento, Tarantini se arrodilló como rezándole a Dios. Fillol hizo lo mismo y se abrazaron. Justo llegué yo. Me frené y las mangas se fueron para adelante. Y ahí Alfieri sacó la foto. Yo la tengo dedicada por él”.
Su historia
Víctor sufrió la amputación de sus dos brazos cuando tenía 12 años luego de un accidente en el que pudo morir electrocutado. Su abrazo con el alma y el oportunismo de Alfieri lo convirtieron en un hincha especial, aunque él no lo siente así. «Tuve la suerte de vivir ese momento histórico, pero yo estaba festejando un Mundial, nada más. Cuando festejé sólo le di valor al triunfo, no fui mucho más allá», responde.
Después del accidente, cuando sólo era un niño, tuvo que aprender a vivir de nuevo. «Yo le dije al médico ¿para qué me deja vivir?, y él me respondió: vos le tenés que devolver la vida a tu vieja y eso fue mi mejor ayuda psicológica».
La foto que lo tiene como uno de los protagonistas recorrió el país y el mundo. Lo acercó más al fútbol, su devoción, y a Boca, su pasión. Siendo sólo un hincha apareció en los libros de historia futbolera y muchos de los campeones de 1978 lo tuvieron presente. Hoy ostenta una camiseta firmada por Fillol, Jorge Olguín y Omar Larrosa. Por eso el fútbol también se convirtió en su terapia. «Me ayudó para escapar del problema. Yo juego y todos los domingos tengo que estar en contacto con el fútbol». Así aprendió a vivir y hace cosas que resulta difícil imaginarlas en una persona que no tiene brazos como jugar al ping pong o al pool y tener un trabajo digno en una empresa de colectivos.
¿Se hizo famoso? No mucho. Sólo apareció en varios libros y revistas y le hicieron algunas notas televisivas. ¿Hizo dinero con la foto? Tampoco. Vive en una casa sencilla en Solano, con su esposa Gilda y sus hijos Mariano y Víctor, con un lindo auto que pudo comprar con licencia de discapacitado- y rodeado de camisetas, trofeos y fotos con ídolos de Boca, como Diego Maradona.
Alguna vez viajó con la hinchada de Boca a Brasil y estuvo «hasta siete días en un bondi» para ver al xeneize. Disfruta de la selección y de los mundiales aunque ninguno como el de 1978. Dice ser un hincha más, aunque siempre será el hincha que abrazó con el alma.
En la previa del Mundial 2014, Coca Cola propuso recordar ese momento tan emotivo con un aviso publicitario y que SLDES postea también aquí.
Fuente: Revista El Gráfico – Diario La Nación
Fotos: Revista El Gráfico
Video: Youtube