En esta última entrega, te contamos cómo se practica y dónde se puede practicar el entrenamiento en altura.
Cómo se practica el entrenamiento en altura
Generalmente, los deportistas de élite entrenan entre los 1.500 y los 2.500 metros de altura. El tiempo mínimo para que los efectos perduren es de una semana, y el máximo para garantizar un buen estado físico es de tres semanas.
Para realizar este entrenamiento en altura hay que atravesar primero cuatro fases durante el periodo de aclimatación, ya que no se puede empezar a practicar deporte en estas altitudes de forma brusca.
En primer lugar, en una altura media, no se producen alteraciones físicas evidentes, aunque el cuerpo ya está empezando a acostumbrarse.
Después llega la acomodación, aumenta la ventilación pulmonar y el ritmo cardíaco.
La tercera fase consiste en episodios de euforia y depresión, que no deben durar mucho tiempo o se estaría hablando del mal de altura. Una vez superado, el ritmo cardiaco se normaliza y la aclimatación está completa.
Pueden iniciarse entonces las tablas de entrenamiento. En general, estas suelen ser menos intensas que a nivel del mar, ya que el esfuerzo al que está sometido el cuerpo humano es mayor y, por tanto, se incrementa la posibilidad de que se deteriore la salud con el sobreesfuerzo.
Por lo general, los expertos recomiendan vivir a una altura mayor y entrenar por debajo de esa cota, establecida entre los 2.400 y 2.800 metros. De esta forma, se logra que el organismo se acostumbre a la hipoxia y se puedan intensificar los entrenamientos en zonas más bajas. Sin embargo, otros deportistas de élite optan por el sistema contrario. Se alojan a una altitud suficiente para lograr la aclimatación, y después suben a cotas superiores para forzar el organismo.
Dónde se puede practicar el entrenamiento en altura
Existen en todo el mundo centros de alto rendimiento de altura repartidos por los cinco continentes. Por regla general, la mayoría se sitúa por debajo de los 2.000 metros, salvo algunas excepciones, como el de Sierra Nevada (Granada), en España, que se ha convertido en una referencia mundial al estar situado a 2.320 metros de altitud.
Latinoamérica empieza a destacar, tanto en la investigación de los beneficios y práctica del entrenamiento en altura, como en la creación de instalaciones modernas para su práctica. Y es que hay ciudades de este continente que se encuentran a grandes alturas sobre el nivel del mar, por lo que obligan a sus deportistas a realizar unos entrenamientos específicos. Este es el caso, por ejemplo, de la capital de Bolivia, La Paz (3.640 metros sobre el nivel del mar), donde acuden muchos deportistas profesionales para aclimatarse cuando deben afrontar competiciones importantes.
Sin embargo, los centros más reconocidos se encuentran en Norteamérica, concretamente en México y en Colorado (Estados Unidos), aunque cada día hay más institutos de medicina deportiva de todo el continente que se están especializando en esta materia.
Otra opción que cada vez se extiende más a nivel mundial es la utilización de cámaras hipobáricas, que son espacios herméticos donde se simulan unas condiciones de altitud determinadas que permiten conocer de antemano la tolerancia del deportista a una menor concentración de oxígeno en el aire, y que hace reaccionar a su organismo como si de un entrenamiento en altura se tratase, ya que éste produce más glóbulos rojos, y mejora su rendimiento físico.
Nota y foto: www.webconsultas.com