Ford: más que una efeméride, la historia de los comienzos de la industria automotriz

El 16 de junio de 1903 nacía la Ford Motor Company en Detroit, Michigan con 28.000 dólares de capital aportados por Henry Ford y otros 11 accionistas entre los que se encontraban dos hermanos que luego armarían su propio imperio. ¿Quiere saber sus nombres? Entre y lea esta nota.

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Cuatro momentos destacados en la vida de la fábrica Ford: su nacimiento, el  modelo «A» de 1903, la creación de la cadena de montaje que revolucionó la idustria automotriz y el Ford «T» que fuera el suceso que catapultó a la empresa junto a su creador: Henry Ford.

Los comienzos

Henry Ford nació el 30 de julio de 1863 en Springwells Township, condado de Wayne, Michigan. Fue el mayor de los seis hijos de William Ford y Mary Litogot.

Su padre, oriundo de Irlanda, había llegado a América en 1847 dedicándose a la agricultura. Henry concurrió a la escuela de Dearborn y nunca demostró demasiado interés en el estudio ni en las labores agrícolas, si en cambio en todo lo que tuviera que ver con la mecánica.

A los 15 años construyó su primer motor de vapor y al poco tiempo se empleó como aprendiz de mecánico en Detroit, primero en los talleres de James F. Flower and Bros y luego en la Dry Dock Co.

Completado su aprendizaje, en 1882 se convirtió en representante y mecánico de Westinghouse reparando motores agrícolas a vapor. En 1888 se casó con Clara Jane Bryant y de ese matrimonio nació su hijo Edsel en 1893.

En julio de 1891 consiguió un empleo en la Edison Illuminating Company of Detroit, al tiempo que en sus ratos libres construía en el lavadero de su casa de Bagley Avenue 58 de Detroit, su primer motor de gasolina de ciclo Otto, que estuvo finalizado tres años más tarde. En 1896 Henry aplicó ese motor a un cuadriciclo, constituyéndose en el primer automóvil que circulo por las calles de Detroit.

El 19 de agosto de 1899, Ford dejó su empleo en la Edison y fundó junto a otros socios, la Detroit Automobile Company de la que fue director técnico, pero la compañía quebró un año y medio después.

Este fracaso no fue obstáculo para que Henry Ford siguiera fabricando automóviles, aunque artesanalmente. De esa época se recuerdan un dos cilindros de competición con el que se impuso al campeón de la época, Alexander Winton y los dos enormes cuatro cilindros denominados «999» y «Yellow Arrow». El «999» ganó el Diamond Trophy conducido por Barnet Oldfield constituyendo un éxito personal de Ford que lo lanzó definitivamente al mundo del automóvil.

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El cuadriciclo que Henry Ford construyó en 1896. Fue el primer automóvil que circuló por las calles de Detroit.

 Doce accionistas y 28.000 dólares

El 16 de junio de 1903 se fundó la Ford Motor Company con un capital en efectivo de 28.000 dólares aportados por Ford y otros once accionistas entre los que se encontraban los hermanos Dodge. Curiosamente, Ford rechazó el ofrecimiento de otro interesado en la sociedad, para no llevar a trece el número de socios.

En la sede de la sociedad, que se instaló en la Mack Avenue de Detroit, en los galpones de una vieja y pequeña fábrica de vagones se comenzó la fabricación del modelo “A” a cargo de 10 empleados. Ford a pesar de poseer solamente el 25% de las acciones fue nombrado vicepresidente, director general y director técnico de la nueva compañía, en una muestra de confianza de sus socios que le permitió emprender con absoluta libertad el programa de acción que se había fijado; construir un automóvil de características simples, de bajo precio, fácil de conducir y de performances superiores a la de cualquier modelo existente, pero cinco años y muchos vehículos deberían pasar para lograr ese objetivo.

Apenas un mes después de su fundación, la sociedad había gastado todo su capital sin haber podido vender un solo auto. Pero el 15 de julio recibieron un cheque de 850 dólares que un dentista de Chicago, el doctor Pfenning, enviaba por la compra de un automóvil, convirtiéndose en el primer cliente de Ford.

El modelo «A» era un automóvil con motor de dos cilindros horizontales opuestos, montado en la parte posterior, que desarrollaba una potencia de 8 HP a 800 rpm. Estaba provisto de una caja de velocidades de engranajes planetarios epicicloidales con dos marchas hacia adelante y una atrás. El encendido y el acelerador se comandaban a mano y las bujías recibían electricidad a partir de dos baterías secas de seis elementos. La lubricación era automática y la refrigeración por agua con un radiador de tubos montado en la parte delantera. La transmisión al eje posterior era a cadena, la distancia entre ejes de 1.80 metros, pesaba 850 Kg y su velocidad máxima de alrededor de 50 Km/h. Los primeros ejemplares tenían muchos defectos, entre otros la poca eficiencia del radiador y la excesiva lubricación que empastaba las bujías.

A pesar de todo, el «A» se convirtió en un suceso comercial, a tal punto que a poco más de un año de su lanzamiento se habían vendido más de 1.700 unidades.

Cinco años y 20.000 automóviles

En 1904 el ‘A» fue sustituido por el «C» al tiempo que se lanzaba el primer cuatro cilindros denominado ‘B», un vehículo lujoso construido para satisfacer los deseos de un grupo de accionistas contrarios a las teorías de Ford quien se inclinaba por los automóviles de bajo precio. En 1905 la gama se completó con el modelo «F» intercalado entre los otros dos, hasta que en 1906 insistiendo con los modelos de lujo fue presentado el «K’, el primer seis cilindros capaz de recorrer una milla en un minuto. Desgraciadamente los costos de producción de este modelo superaban su precio de venta que era muy elevado.

En el mismo año, fue lanzado el modelo «N» que significó el retorno a los modelos económicos, abandonando definitivamente a los de dos cilindros, como consecuencia de la adquisición por parte de Ford de las acciones de varios de sus socios, que lo llevó a detentar el 58,5% y acceder de esa forma a la presidencia de la compañía. Derivados del «N», en 1907 fue presentado el «R» y al año siguiente el «S», ambos predecesores del que sería el suceso más importante de la historia de Ford, el «T».

Entre 1903 y 1908 se fabricaron 19.823 automóviles siendo la mayoría modelos «N» y sus derivados.

El modelo «T» apodado cariñosamente «Tin Lizzie» fue diseñado por J. Galamb y G. H. Wills bajo la dirección de Henry Ford. El motor era de cuatro cilindros de 2.880 cm’ con válvulas laterales y carburador con mezcla regulable desde el puesto de comando. El encendido era por magneto de baja tensión y cuatro bobinas separadas con comando en el volante. La potencia era de 20 HP a 1.800 rpm y la • velocidad máxima era de 70 km/h. La suspensión a eje rígido con elásticos transversales sin amortiguadores y las mejoras, tanto mecánicas como funcionales que se agregaron con el correr de los años al modelo original, fueron numerosas.

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El Ford «T» valía … 650 dólares!, según reza esta publicidad.  Henry Ford quería que todos sus empleados tuvieran uno para así fomentar el consumo. Ellos ganaban lo suficiente para comprarlo. ¿Dónde quedaron esos tiempos? ¿Por qué hoy no se puede tener un 0km a bajo costo?, SLDES se pregunta inocentemente. A la derecha, el modelo «T» producido en serie en la línea de montaje de Highland Park , satisfaciendo la creciente demanda en 1913.

El «T», llave del éxito

El primer vehículo fue producido el 1º de octubre de 1908 y la popularidad que alcanzó se demuestra en los más de 5.000 accesorios ofrecidos para el Ford «T» por abastecedores privados.

Ford superó muy bien los problemas planteados por el éxito logrado, desde la organización de la red de concesionarios y de servicios de asistencia mecánica, hasta la de las campañas publicitarias, muy diferentes de las utilizadas para promocionar modelos producidos en menores cantidades. Por ejemplo, en 1914 la empresa se comprometió a reembolsar a cada comprador 50 dólares si la cantidad de unidades vendidas durante ese ejercicio superaba las 300.000. Por supuesto que Ford tuvo que hacer los pagos.

También en 1914 Ford implantó la jornada de trabajo de ocho horas abonando 5 dólares diarios, reemplazando de esa forma la tradicional cifra de 2,34 dólares por nueve horas diarias.

El 7 de octubre de 1913 se produjo un hecho trascendental en la historia de la industria automovilística. En la nueva planta instalada en Higland Park, Michigan, Ford inauguró la primera línea de montaje de automóviles. Esto redujo los tiempos de fabricación de 12 horas a sólo 1 hora y media por unidad, aumentando de esa forma la productividad con una mejor utilización de las instalaciones.

La evolución del modelo «T» fue paralela a la evolución de la compañía. Durante 1917 comenzó la fabricación de tractores y camiones y se produjo el nacimiento de Henry Ford Il, hijo de Edsel.

En 1919, Henry Ford adquirió el resto de las acciones que estaban en poder de sus socios a nombre de su hijo Edsel, quien se hizo cargo de la presidencia de la sociedad. De esa forma, la familia Ford asumió el control total de la compañía.

Por ocho millones de dólares, la Ford absorbió en 1922 la Lincoln Motor Company. Esta empresa había sido creada en 1920 por Henry Leland, uno de los doce fundadores de la Ford y como consecuencia de esta adquisición Ford pudo disponer de una línea de modelos de lujo que hasta aquel momento faltaba en su producción.

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La fábrica de Ford en el barrio porteño de La Boca (1922).

Ford en la Argentina

La primera representación de Ford en Sudamérica se estableció en Buenos Aires alrededor de 1908 y su titular fue el señor Odell, ciudadano cubano de origen norteamericano. El 31 de diciembre de 1913 se designó a Ellis Houston Hampton como encargado de la primera sucursal de Ford en Sudamérica y segunda en el mundo después de la de Manchester en Inglaterra.

El local estaba ubicado en la calle Lavalle casi esquina Callao y los vehículos eran importados directamente desde los Estados Unidos armados y listos para la venta.

En 1922 los primeros autos fueron ensamblados en la planta que la Ford hizo construir en el barrio de la Boca. El armado de automóviles continuó sin interrupción hasta 1942 en que a causa de la guerra no llegan los elementos necesarios.

Finalizada la guerra se reinició el armado pero por solo dos años, puesto que en 1948 se suspendió la importación. Recién en 1957 se reactivó nuevamente la planta de la Boca con el armado de camiones pesados de las series F-500, F-600 y F-900, pero la idea de Henry Ford II era la de tener en la Argentina una verdadera fábrica, para lo cual se decidió realizar la mayor inversión de capital efectuada fuera de los Estados Unidos: 70 millones de dólares.

Se adquirieron entonces 105 hectáreas en General Pacheco (Provincia de Buenos Aires) y el 15 de enero de 1960 se colocó la piedra fundamental. El 20 de octubre del mismo año se habilitó la pista de pruebas.

El 16 de mayo de 1961 salió de la planta de motores la primera unidad V8 de 4.785 cm3 fabricada totalmente en la Argentina, y el 21 de septiembre fue inaugurado oficialmente el Centro Industrial Ford.

Sin embargo la planta de la Boca siguió utilizándose para el montaje del Falcon. En efecto, el 10 de enero de 1962 se comenzó su ensamblaje con carrocerías y motores importados.

Finalmente el 15 de julio de 1963 salió de la planta de Pacheco el primer Falcon totalmente argentino.

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El primer Ford Falcon producido en Gral. Pacheco y su comprador, abajo: la central de Ford en Dearborn, Michigan.

Fuente y fotos: www.testdelayer.com.ar/ Web.

 

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