Jo Siffert murió en un accidente de Fórmula 1, pero su auto más emblemático y querido, el Porsche 917, lo escoltó hasta el punto final.
Hay muchas historias increíbles dentro del mundo del deporte motor.
La pasión que genera este deporte muchas veces supera los límites dentro y fuera de la pista.
Una de las historias más tristes y curiosas fue la del piloto suizo Joseph Siffert, más conocido como Jo Siffert en el automovilismo.
Transcurría 1971,y el 24 de octubre se disputaba una carrera sin puntos en homenaje a Jackie Stewart, y el BRM P160 de Jo Siffert se despistaba en la curva Hawthorn del circuito inglés de Brands Hatch, por la rotura de la suspensión, aparentemente dañada tras un toque con el March de Ronnie Peterson.
Por entonces la mayoría de los autos no tenían matafuegos ya que no era obligatorio.
El fuego en el BRM y la llegada tarde de los socorristas hicieron perecer al piloto suizo que aparentemente solo tenía alguna fractura en sus piernas.
El día de la tragedia debutaba nuestro Lole Reutemann con un Brabham en la máxima categoría y fue testigo visual de aquel horrible momento.
«Seppi», así se lo apodaba a Siffert, era uno de los domadores del Porsche 917 junto al mexicano Pedro Rodríguez, demostrando gran capacidad para conducir estas verdaderas «bestias».
El suizo fue fundamental para que Porsche ganara los títulos mundiales entre 1968 y 1971.
Su idilio con la marca y el feeling con el 917 hicieron que juntos fueran hasta el final.
El entierro de Siffeert en su ciudad natal, Friburgo, convocó a 50.000 personas y el cortejo fue encabezado por el Porsche 917, del equipo John Wyer por delante del coche fúnebre, llevando en su trompa un crespón negro.
El histórico auto fue manejado por Derek Bell, su coequipier, con el que lograron muchas victorias, entre ellas los «1.000 Kilómetros de Buenos Aires de 1971», el mismo día del accidente fatal de Ignacio Giunti, luego de llevarse por delante al Matra de Jean Pierre Beltoise, que cometió uno de los disparates más grandes que se pudo ver en el automovilismo, queriendo empujar su auto hacia los boxes cruzando la pista.
Hasta se realizó una película en 2005, realizada por el Director Men Lareida, para recordar su historia, llamada, «Vivió rápido y murió joven».
Siffert corrió 98 carreras en F1 entre 1962 y 1971, logrando dos triunfos.
La muerte de Jo Siffert hizo replantear seriamente las medidas de seguridad y a partir de aquel incendio fatal de Brands Hatch los matafuegos como aspi también los tubos de oxígeno en los vehículos de rescate pasaron a ser obligatorios.
Una historia única, de un piloto que dejó su vida por las carreras, y que fue acompañado por su auto favorito hacia el destino final.
Fuente y foto: www.carburando.com