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Brasil siempre ha contado con grandes circuitos de carreras, pero sin duda el de Interlagos es el que ha definido el automovilismo del país. Remontémonos a su creación y recordemos el primer Gran Premio de Fórmula 1 celebrado en su trazado.

El origen de Interlagos

Interlagos es un barrio de la ciudad de Sao Paulo. Su origen se remonta 1926, es decir, hace ya casi un siglo, cuando el ingeniero británico Luiz Romero Sanson, propietario de la Companhia Auto-Estradas S.A., adquirió una gran cantidad de terreno cerca de Guarapiranga. Su idea era crear un barrio moderno, que inicialmente llamó ‘Balneario Satélite de la Capital’, que fuese un reclamo turístico, con aeropuerto, hipódromo, balneario y viviendas de lujo. Para crearlo, se asoció con el urbanista francés Alfred Agache, quien casi inmediatamente propuso que el nuevo barrio se llamase Interlagos: había advertido la gran similitud de la zona con la ciudad suiza de Interlaken, también ubicada entre lagos, como lo está esta zona de la ciudad de Sao Paulo.

Las obras comenzaron, pero la legendaria crisis de 1929, que afectó no sólo a Estados Unidos sino a todo el mundo, puso en jaque la construcción del nuevo barrio, lo que unido a las revueltas en la ciudad el año 1932 hizo que el proyecto quedase en suspenso. Entonces, en 1936, ocurrió la tragedia del Grande Premio Cidade de Sao Paulo, que hemos referido, y que provocó la necesidad de contar con un trazado permanente que albergase las ansias de competición de los brasileños.

Así, el presidente del Automóvil Club de Brasil, Eusébio de Queiroz Mattozo, instó a Sanson a realizar el circuito de Interlagos, ya que gozaba de terrenos para ello. Sanson comenzó a investigar el diseño de circuitos, inspirándose fundamentalmente en el de Roosevelt Raceway en los Estados Unidos, donde en 1936 y 1937 se habían recuperado las carreras de la Vanderbilt Cup, caracterizándose por ser un trazado largo pero compacto en cuanto a ocupación de terreno, enroscándose sobre sí mismo. Esa sería la característica fundamental del trazado permanente de Interlagos.

La construcción comenzó en 1938 y la pista fue pavimentada al año siguiente. Pero el proyecto se vio lastrado por la falta de financiación, de modo que las instalaciones eran muy básicas -y lo han seguido siendo durante toda su existencia, pese a las modernizaciones-. Así, para el estreno, instalaciones como los boxes o las gradas no estaban terminados, ni tenían una fecha próxima de realización. El estreno estaba previsto para noviembre de 1939, pero ya en abril de ese año, el héroe nacional, Manuel de Teffé, había dado unas vueltas por el trazado. El 25 de noviembre estaba prevista la inauguración, pero las fuertes lluvias estropearon todo. Peor aún, la muerte hizo pronto acto de presencia en el trazado: el piloto Joaquim Simões de Souza, en unas pruebas previas, se salió de pista y falleció. La mayor crítica al trazado es que aún carecía de un verdadero asfalto.

Finalmente, el 12 de mayo de 1940 se inauguró oficialmente el circuito de Interlagos. Se trataba de un trazado de 7.960 metros y 15 curvas, caracterizado por una primera parte de gran velocidad, y una parte final -que aún se utiliza en la pista actual- más lenta y técnica. Y todo ello, en un terreno con subidas y bajadas naturales, lo que convertía a la pista en un reto para los pilotos. De hecho, Manuel de Teffé valoraba el potencial de la pista con positividad, considerando que podría convertirse en una de las mejores del mundo.

Fuente y foto: www.motor.es

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