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Está claro que la gran mayoría de las personas, cuando les llega la fama, el reconocimiento y los millones a temprana edad, cuando no están ni siquiera formadas como personas, ésto puede repercutir en alguna cuestión de su vida.

La jeune gymnaste roumaine Nadia Comaneci avec des officiels, circa 1970. (Photo by WECO INTERNATIONAL/Gamma-Rapho via Getty Images)

Tan sólo un año de haber triunfado en los Juegos, Nadia fue hospitalizada por beber cloro. Increíblemente, en el hospital en donde fue atendida y días después enviada a su casa reconoció que allí dentro estaba feliz porque no tenía que ir al gimnasio.

No fue apoyada por su país cuando lo necesitó

Aquel incidente con el cloro marcó un antes y un después en una talentosa y única deportista que no pudo manejar las mieles del éxito y tampoco estuvo rodeada de personas inteligentes para salir adelante.

Ni siquiera el país que tanto la ponderaba y en donde parecía ser la más querida pudo ayudarla. El gobierno de Rumania la separó de sus entrenadores por haber subido de peso y no poder controlar sus actitudes. Todo ello empeoró su vida.

Retornó al estrellato

El peor año de su vida, aquel de 1977 en donde todo lo que ella quería le dio la espalda le sirvió de punto de inicio para ponerse un nuevo objetivo, el de volver a la gloria en los Juegos Olímpicos próximos.

Para comenzar a elucubrar su retorno, Comaneci se reunió con sus ex entrenadores, Rumania le cedió el centro de atención nacional y en 1980 volvió a hacer historia. Venció en cuatro disciplinas, obtuvo dos medallas de oro y dos de plata.

Sin embargo, otro hecho negativo giró entorno a ella

Acusaciones cruzadas

Quien había sido su mentor, su descubridor y su apoyo moral durante todos estos años, su entrenador Bela Karolyi no quedó conforme con lo sucedido en los Juegos Olímpicos de 1980 y disparó ante todos.

El legendario entrenador culpó al gobierno soviético de corrupción y alegó que los jueces habían cobrado dinero para que su alumna, Comaneci, no fuera puntuada de la manera que debía ser, sino con calificaciones menores. Hasta una discusión con los jueces fue grabada en cámara.

Comaneci hizo las pases con su país

A pesar de que Rumania la abandonó en el peor momento de su carrera, aunque luego se retractaron y le presentaron todos los campos de entrenamiento necesarios para su actividad,en 1981 la talentosa gimnasia volvió a mostrar su grandeza.

Comaneci se prestó a ser la estrella de una gira mundial por 11 ciudades en Estados Unidos en lo que fue una acción organizada para recaudar dinero para Rumania, que estaba en la quiebra.

La división entre Comaneci y Rumania

Luego de la gran acción mundial que la gimnasta realizó para ayudar a su país, aquella gira que comenzó con la intención de unir a las dos partes, acabó distanciando aún más a cada uno de los protagonistas.

Al finalizar los espectáculos, la gira que dirigió el entrenador Karolyi recaudó unos 250 mil dólares en ganancias de los cuales sólo mil fueron al bolsillo de Comaneci, quien era la atracción principal. El último día de trabajo, Karolyi y el resto de los entrenadores desertaron y decidieron no trabajar más con Rumania.

Todo iba a empeorar…

El peor momento para Comaneci

Si uno de los peores momentos de la vida de Nadia Comaneci fue posterior a los Juegos Olímpicos de 1976, el siguiente fue tras aquella gira en los 80´ que sólo le significó más problemas.

Al acabar los viajes, no sólo que Comaneci no recibió un dinero acorde a su participación, sino que su entrenador, Karolyi decidió alejarse de Nadia porque el gobierno rumano hacía lo imposible para que éste no trabajara más. De hecho, en declaraciones con The Washington Post, él aseguró que en tres ocasiones el gobierno logró cortar la comunicación entre entrenador y gimnasta.

Fuente y foto: www.desafiomundial.com

 

 

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