Queremos bajar tiempos, queremos ser mejor que… queremos subir al podio. Al final estamos estableciendo una comparación social externa, bien con otros compañeros o bien con un resultado. Y nos olvidamos de los verdaderos motivos que nos llevaron a empezar con ese deporte, lo que de verdad nos gustó, lo que nos llamó la atención, lo que nos enganchó…
Empezamos en camino de desasosiego, de deseo, de querer, ya no nos vale hacer un tiempo, una marca, en cuanto la superamos y pasamos esa euforia momentánea, ya queremos más, y al tener más volvemos a querer mas, este círculo no tiene fin, tiene que ver con el modo hacer, hacemos, hacemos y queremos hacer mas.
Desde el punto de vista psicológico estamos en el futuro continuamente, y eso muchas veces nos genera ansiedad e incluso nos hace que nos retiremos, abandonemos o ni siquiera nos presentemos a una competición, estamos presionados por el resultado que vamos a hacer y nos olvidamos de todo lo demás. El nuevo paradigma llamado Mindfulness, que recoge enseñanzas y filosofía oriental, lo que nos enseña es a estar en presente, a vivir el presente, a disfrutarlo, sin juzgarlo, aceptándolo tal como es.
Actualmente muchos Psicólogos del Deporte y entrenadores están ya aplicando los principios de Mindfulness al deporte, con muy buenos resultados, se consigue una mejor gestión de las emociones, se responde de manera más consciente a los imprevistos y problemas de la competición, se mejoran el rendimiento. El foco, la atención en la competición se pone en el momento presente, manejando adecuadamente los pensamientos negativos, y consiguiendo una sensación de Flow (fluir), término que acuño el autor Csikszentmihalyi y que lo definió como un estado en el que el deportista se encuentra completamente absorto en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa. Todo parece que sale solo, tenemos una sensación de autoeficacia, de que es nuestro día. Todo el ser está envuelto en esta actividad, y la persona utiliza sus destrezas y habilidades llevándolas hasta el extremo. La persona está en ‘flow ‘cuando se encuentra completamente absorbida por una actividad durante la cual pierde la noción del tiempo y experimenta una enorme satisfacción. Y en esta actividad el deportista esta en presente, no existe nada más que el momento presente, el único que existe de verdad.
Necesitamos profesionales entrenadores, preparadores físicos, psicólogos del deporte, que empaticen y promuevan estos estados que favorecerán nuestro rendimiento, nuestra adherencia al entrenamiento y al deporte y nuestros niveles de satisfacción y felicidad, al mismo tiempo harán que afrontemos nuestros objetivos, retos, competiciones de manera más saludable, más satisfactoria y harán que nuestros niveles de ansiedad bajen antes, durante y después de la competición.
Daremos en la competición, lo que hayamos entrenado, nunca podremos dar más de eso, y si logramos manejar y gestionar dificultades previas y durante la competición, nos podremos acercar lo máximo a nuestro potencial entrenado, les aseguro que nunca daremos más de lo entrenado. Un entrenador, un maestro del Voleibol, Jaime Barros, que tuve la suerte de tener que fue a tres Juegos Olímpicos, nos decía: “Lo que no se entrena no sale en la competición”, el verdadero trabajo siempre hay que hacerlo en el entrenamiento, la competición es un día para disfrutar y sacar lo que llevamos dentro y sentir mucho Flow.
Autora: Ana Tostado Domingo
Entrenadora Superior Personal. Psicóloga del Deporte y la Actividad Física.
Fuente y foto: www.psicoactiva.com