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Ernesto Cherquis Bialo cuenta esta sabrosa anécdota sobre las declaraciones de Don Julio ante Michael García, ex fiscal de Nueva York, contratado por FIFA para investigar casos de corrupción. “Así que vos sos de Brooklyn, te llamas García y no hablas español, me estas jodiendo o no tenés vergüenza”, fue lo primero que le dijo, el resto … léanlo en esta nota que no tiene desperdicio.

El ex fiscal de Nueva York, Michael García, había sido contratado por Blatter en el 2011 para investigar los posibles actos de corrupción que pudieron haberse consumado por miembros de la FIFA desde la elección de Rusia y más especialmente la de Qatar como países organizadores de los mundiales de 2018 y 2022 respectivamente.

Quien impulsó al presidente a llevar a cabo tal acción fue un ex compañero suyo de la secundaria, el abogado Mark Pieth, un ex juez suizo experto en corrupción, lavado de dinero y sobornos, además prestigioso catedrático de la Universidad de Basilea.

Fue Pieth quien durante mucho tiempo le insistió a su amigo Blatter a formar una comisión de ética en la FIFA. Y tras la elección de Rusia y Qatar, tal comisión quedó integrada y Pieth, a partir de ese momento, se convirtió en un personaje central y temido entre los funcionarios de la FIFA.

Fue por su influencia que se contrató a Michael García y fue éste quien a su vez conchabó a agentes del FBI quienes se hallaban disponibles por razones económicas pero autorizados por el Departamento de Estado para realizar trabajos de investigación bajo contrato con instituciones oficiales. El comienzo de las tareas de estos agentes fue viajar por toda Europa para detectar casos de xenofobia, racismo y discriminación durante la realización de partidos en diferentes ciudades. Y reportaron unos 14 casos. Estos gastos cuyas facturas presentaba García –quien también viajaba y mucho por el mundo– salieron fortunas anuales en viáticos, según un cálculo de aquel momento. Adviértase que Blatter y Grondona –por ejemplo– cobraban 1.500 dólares por día (se considera desde la partida del domicilio hasta el regreso al mismo con hotel Cinco Estrellas y comidas pagas); un empleado recibe 500 dólares y a Michael García se le reconocían 1.000 dólares por día.

Grondona se opuso tenazmente a todo: al Comité de Ética, al FBI, a la investigación de Michael García y a la presencia del doctor Pieth quien no tenía cargo pero sí influencia y calificados honorarios… Pero tan pronto resultaron elegidas Rusia y Qatar –especialmente ésta última sede– Michael García comenzó un nutrido expediente que requería a varios declarantes, entre ellos Grondona.

Las primeras seis citaciones fueron desoídas por Don Julio: “Decile que no puedo…” o “cuando tenga tiempo, voy”, eran las respuestas que ordenaba a la Gerencia de la AFA cada vez que le llegaba el requerimiento desde Zurich.

Fue en marzo de 2014, una vez que ya habían declarado todos –menos Ángel María Villar, quien fue el último en hacerlo (Real Federación Española)– que Grondona aceptó sentarse a declarar haciendo venir a Michael García a su oficina y con la presencia de dos abogados de la FIFA y dos traductores simultáneos.

García lucía una estampa impecable con su traje oscuro de Marks & Spencer de la 5ta avenida de Nueva York, una camisa blanca de cuello italiano y una corbata de pálido color rojo bajo un peinado achatado con brilloso fijador.

Grondona le ofreció que se sentara frente a él y puso a su lado al primer traductor y a los costados a los abogados del Departamento Jurídico de la FIFA. Sorprendieron sus primeras palabras pues Grondona le espetó a García:

-Así que vos sos de Brooklyn, te llamas García y no hablas español, me estas jodiendo o no tenés vergüenza.

El traductor azorado ante tal exabrupto le preguntó a Don Julio: ¿Se lo traduzco así señor Vicepresidente?

-Sí -le respondió, y enseguida hizo un paréntesis- A ver che, mejor llamame a la jefa de los traductores, a la señora española…

A los pocos minutos llegó a su despacho una señora de las Islas Canarias, la jefa de los traductores de la FIFA, la preferida de Grondona. Una traductora que cobraba aproximadamente 1.600 dólares la hora, tal su eficiencia y conocimientos sobre idiomas y los diversos temas vinculados al fútbol.

Una vez que la traductora estuvo al lado de Grondona, éste le hizo decir textualmente lo anterior: “Así que vos sos de Brooklyn, laburaste en Nueva York, te llamas García y no sabes hablar español… O me estás engrupiendo o no tenés vergüenza”.

La traducción se hizo textual. Y García entonces educadamente y sin responderle avanzó con las preguntas:

-Para que diga si sabe y le consta que algún miembro o algunos miembros vendieron su voto a favor de Rusia y Qatar o de Rusia o de Qatar a cambio de dinero.

-Para que diga, en caso de que le conste o lo sepa, quiénes fueron.

-Para que diga…

Grondona lo paró y le pidió a la traductora que le dijera textualmente:

-Decile que se vaya al carajo, que yo no soy buche ni gorra; que no sé una mierda de lo que me pregunta y que si lo supiera no se lo diría ni en pedo porque sería yo quien los echaría a patadas en el culo sin hacer aspamento, quedate tranquilo…

-¿Qué cosa señor Vicepresidente? -ahí se le complicó un poco a la traductora.

-Aspamento, ruido, esparo, quilombo, lío decile lío -aclaró Grondona poniendo mas confusión a su dialogo.

Y la remató así:

-Así que vos sos independiente, sos un fiscal independiente, un carajo sos independiente, vos sos un vivo que inventó este curro y sos empleado mío y te juro que es la primera vez que veo que un patrón le tiene que rendir cuentas a un empleado -dijo Grondona con disgusto.

-Se equivoca señor, yo en Nueva York puse preso a varios capo mafias, a homicidas, a vendedores de armas, a narcotraficantes, a terroristas… Como ve soy independiente, actúo de acuerdo a la ley.

-¿De veras que vos sos independiente? ¿que, no sos mi empleado? -inquirió Grondona.

-No señor, absolutamente, yo soy independiente, no soy su empleado.

-Que alegría me das –suspiró Don Julio- hoy es mi día de suerte porque mirá, te traía un cheque por 1 millón 700 dólares de honorarios…

Y extrayendo un cheque doblado desde dentro de su bolsillo lo rompió en cuatro partes.

En el “Informe García” de 999 páginas –que la FIFA aún no dio a conocer– no figura ninguna sospecha ni cargo contra Grondona; sólo una multa impaga por falta de colaboración.

Fuente: www.infobae.com

Fotos: Shutterstock – AFP – Télam

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