El 8 de enero de 2001 murió Néstor Daniel Scotta. Fue un gran goleador, iniciado en Unión de Santa Fe, y luego consagrado en River, Racing y Platense, entre otros clubes. En Brasil, Scotta es recordado por ser el autor del primer gol del torneo nacional, hoy denominado ‘Brasileirao’, jugando para el Gremio de Porto Alegre.
Exactamente seis años después de la trágica muerte de Carlos Monzón, el inolvidable campeón mundial de los medianos, el domingo 8 de enero de 2001 y en un accidente de tránsito ocurrido en jurisdicción de Campana, en el norte de la provincia de Buenos Aires, perdió la vida Néstor Leonel Scotta, un goleador de raza que hizo vibrar más de 230 veces a los hinchas de San Justo, Santa Fe, Buenos Aires, Brasil y Colombia.
Scotta tenía 52 años de edad y durante su extensa trayectoria en el fútbol argentino, brasileño y colombiano en el transcurso de dos décadas entró a la cancha 546 partidos, conquistando 234 tantos, índice elocuente de las aptitudes de artillero del Tanque sanjustino.
El “Tola” llevaba en la sangre su estirpe de goleador de raza dejando su sello en Colón de San Justo, Unión de esta ciudad, River Plate, Gremio e Internacional (13 goles) de Brasil, Racing Club, Deportivo Cali, Platense, Temperley, Colón de Santa Fe, Estudiantes de Buenos Aires y Excursionistas.
Había nacido en San Justo el 7 de abril de 1948 en el seno de una familia de futbolistas, y desde muy pibe comenzó a jugar en las categorías promocionales de Colón de San Justo (su padre había sido arquero de esa institución, donde también jugaron sus hermanos Ángel y Juan Carlos).
Héctor “Chiquito” Scotta, el menor, tenía una furibunda patada, actuando en primera división en Unión, San Lorenzo de Almagro (en dos etapas), F.C. Oeste y Boca Juniors, famoso por su tremendo remate lo que posibilitó triunfar en nuestro país (fue dos veces el máximo artillero del fútbol argentino, integró el Seleccionado nacional e ídolo en el Sevilla).
En Unión
Lo adquirió en 1968 a Colón de San Justo cuando el rubio centrodelantero en la temporada anterior había sido el máximo goleador e integraba el Seleccionado de la Liga Santafesina de Fútbol, por una importante suma para esa época: 600 mil pesos, resultando su primera experiencia como futbolista profesional.
Su debut en primera, en Unión, aconteció el 25 de febrero de 1968, una conquista suya a los 23 minutos del segundo tiempo no impidió la derrota ante Estudiantes de La Plata, por 2 a 1. Vistió la camiseta rojiblanca santafesina durante tres temporadas en 58 ocasiones, con 28 gritos de gol en los torneos Metropolitano, Nacional y dos veces en el Reclasificación.
Unión tras perder la categoría en 1970, concedió el pase del “Tanque” sanjustino a River Plate por una significativa cifra: 10 millones de pesos.
Entre 1970 y 1972 (con excepción del ’71 que fue cedido a préstamo a Gremio de Brasil) Néstor Scotta no rindió en la medida que los dirigentes esperaban, especialmente porque la entidad de la banda roja no alcanzaba un título, anotando 10 goles en 42 presentaciones. El primero de ellos, el 26 de marzo de 1970, en la segunda fecha del Metropolitano, en el estadio Monumental frente a Quilmes (3-3) a los 26′ del primer tiempo.
Ídolo en Racing
Destaquemos otro dato significativo, en la República Federativa de Brasil es recordado Néstor Scotta como autor del primer tanto en el Nacional conocido como Brasileirao, en 1971, defendiendo los colores del Gremio.
Durante cuatro temporadas fue considerado como un verdadero ídolo, convirtiendo 63 goles en 123 partidos. Llegó en el marco de la operación de la transferencia de Enrique “Quique” Wolf a River.
El “Tola” Scotta se destacaba por su capacidad para definir, su potencia en los últimos metros y la velocidad eran sus principales atributos. Se destacaba en las pelotas aéreas, siendo un buen cabeceador, y empleaba con “picardía” su cuerpo.
La hinchada racinguista gritaba los goles de Néstor Scotta, cuando conformaba un trío ofensivo excepcional junto a Hugo Gottardi y Roberto “Ropero” Díaz.
En Colombia
En 1976, hizo muchos tantos en Internazionale de Brasil; despertando el interés de otros equipos sudamericano. Sin embargo, cuando Carlos Salvador Bilardo dirigía al Deportivo Cali lo convocó y se transformó en un verdadero romperredes, acompañado de su compatriota Alberto Jesús Benítez y Ángel María Torres. Como armador de juego, tenía como compañero a Ernesto Juan “Cococho” Álvarez.
El conjunto más tradicional de Cali ganó numerosos torneos locales, regionales y fue subcampeón de la Copa Libertadores de América, perdiendo la final frente al Boca Juniors de Juan Carlos Lorenzo. En las cuatro temporadas (1977-1980) en Colombia, consiguió la friolera de 79 goles en 107 encuentros, retirándose en cada juego vitoreado y aplaudido por la hinchada caleña.
El retorno y Colón
Regresa a nuestro país en 1981 y jugó 23 cotejos, en los cuales concretó cuatro tantos, para Platense en Primera división.
Al año siguiente, bajó de categoría, desempeñándose entonces en Temperley en Primera B- que, logró el pasaporte al círculo superior afista, disputando 29 partidos y cuatro tantos más en su haber. En 1983, venció las vallas rivales en seis ocasiones, en el Nacional.
El retorno a Santa Fe se produjo en 1984 actuando en Colón, en Primera B dirigido por Eduardo Vicente Janín, tras su paso por Temperley, invitado por “Cococho” Álvarez. Anotó cuatro tantos, la primera conversión en la segunda fecha frente a Deportivo Italiano, ganó el local dos a uno, en el estadio Brigadier López. En ese equipo, estaban Vidal, el mismo “Cococho”, Saturno, “Carozo” Mir, Balbuena, “Batata” Merlo y el Negro Longo, entre otros.
Las últimas temporadas, el “Tola” Scotta las jugó en los torneos de ascenso en Estudiantes de Buenos Aires, en 1985-1986 con 15 conversiones y concluyó en 1987 en Excursionistas con un tanto en 10 partidos.
Fuente: www.ellitoral.com
Fotos: Web
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